Sobre la canción. 

La canción "Black Cars", de Gino Vannelli, describe la imagen de una mujer misteriosa y enigmática que cobra vida al amparo de la noche. La letra la describe como un "ángel oscuro" de piel "blanca como la porcelana fría", lo que sugiere una sensación de fragilidad y otro mundo. Su aspecto está meticulosamente elaborado, con gafas oscuras y largas pestañas postizas, creando la imagen de alguien que se esconde tras una fachada cuidadosamente construida. Esta imagen evoca una sensación de intriga y atractivo, que atrae al oyente a su mundo sombrío.

La canción profundiza en la vida de la mujer, revelando las grietas bajo su pulido exterior. Su maquillaje, descrito como cera, sirve para ocultar sus imperfecciones y las cicatrices de su pasado. Esta metáfora subraya el tema de la ocultación del verdadero yo y de hasta dónde llega la gente para mantener una ilusión de perfección. La referencia a "amantes fantasmas en sus sueños" sugiere una sensación de soledad y añoranza, ya que busca consuelo en sus fantasías en lugar de enfrentarse a la dura realidad de su vida.

La recurrente frase "Los coches negros lucen mejor en la sombra" sirve de poderosa metáfora de la vida de la mujer. Al igual que los coches negros parecen más llamativos y elegantes en la sombra, la mujer parece más seductora y cautivadora al amparo de la noche. Sin embargo, esto también implica que su belleza y encanto son fugaces, que se desvanecen con el amanecer. La canción capta la esencia de una belleza desvanecida que se aferra a la noche para mantener su mística, revelando en última instancia la vulnerabilidad y la tristeza que se esconden bajo su glamuroso exterior.

Sobre el álbum.

La gran popularidad de la MTV llevó la música new wave a la corriente dominante en Estados Unidos. Cuando los artistas veteranos tuvieron que enfrentarse a la nueva realidad de la música por ordenador, algunos cayeron en el olvido o vieron sus carreras elogiadas en las emisoras de radio AM de música antigua. Para algunos veteranos, como Robert Palmer y Gino Vannelli, sería una oportunidad de reinventarse en una nueva era.

Más o menos al mismo tiempo, ambos artistas hicieron su gran irrupción en los 80. Palmer nunca se había marchado, y una serie de versiones de música ajena, con más o menos éxito, le situaron al margen de las listas de éxitos y como pionero de los vídeos musicales. Para Gino Vannelli, su llegada a la nueva década se produjo como un tour deforce tecnológico a través del Yamaha DX-7. El versátil teclado sintetizador sería el responsable de su éxito. El versátil teclado sintetizador sería el responsable de gran parte del crecimiento de la new wave hacia un público más accesible (y rentable). Con él, Vannelli junto con sus dos hermanos Joe y Ross crearían un sonido que hoy podría describirse como el clip art musical de 1985. Puede que éste sea el álbum que suena más ochentero de todos los que poseo. Tal distinción otorga a Black Cars el mérito de ser encantador y ligeramente novedoso.

Black Cars fue el octavo álbum de Vannelli y, a primera vista, no se parecía a nada de lo que había hecho hasta entonces. Los toques de pop, new wave y rock eran básicamente acentos para el sonido suave y contemporáneo para adultos que caracterizaba la carrera de Vannelli. Bajo todo el cuero negro y el humo había una ligera conexión con el pop conmovedor con el que Vannelli encabezó las listas de éxitos en Brother to Brother y Nightwalker en los años setenta.