Hay que admirar la valentía de cualquier letrista que afirme que las palabras "clásico", "ático" y "adicto" rimen, pero el veterano rockero Adrian Gurvitz tenía la seriedad compositiva para hacerlo.     

Gurvitz tenía 32 años cuando publicó una balada de rock sentimental y supersuave, con una prominente línea de bajo y una voz alambicada que se adapta perfectamente a un emotivo ocho medio, pero siendo todavía un hombre joven, tenía mucho para respaldar sus dudosas rimas. Guitarrista desde los siete años, lideró tres influyentes bandas de rock en su adolescencia y sus 20, entre ellas The Gun, cuyo tema Race With The Devil le dio un éxito en el Top 10 a los 18 años.

Classic, una lucha directa por el bienestar emocional del compositor profesional, se convirtió en una de las canciones favoritas tras su lanzamiento en enero de 1982, aunque cayó en las listas después de entrar por primera vez en el n.º 65. Posteriormente fue dando tumbos antes de que una mayor difusión la llevara al n.º 22, alcanzando finalmente el n.º 8. Posteriormente fue dando tumbos antes de que una mayor difusión lo llevara al nº 22, alcanzando finalmente el nº 8. 

El álbum, también llamado Classic, no consiguió entrar en las listas.     De alguna manera, Gurvitz se convirtió en un artista de un solo éxito por segunda vez gracias a Classic, ya que los siguientes álbumes no consiguieron entrar en los 40 Principales. Posteriormente se convirtió en compositor contratado, componiendo para otros artistas y álbumes de bandas sonoras, antes de fundar su propio sello discográfico. Publicó dos álbumes más en 1996 y 2000.